En la sociedad de nuestros días son muchas las personas que sufren graves problemáticas con sus hijos e hijas adultos. Son conflictos silenciosos que solo anecdóticamente llegan a los tribunales. Es muy duro, es una desgracia tremenda tener que buscar un abogado para demandar a los hijos o para defenderte de sus agresiones.
Con este libro el autor ha querido hacer un reconocimiento a los padres y madres que han visto rotas sus relaciones con lo que más querían en el mundo, y una llamada a los hijos e hijas que se ven envueltos en estas tormentas para que reflexionen y comprendan que ellos también son o serán padres o madres.